viernes, 19 de marzo de 2010

Vivencias de un Hada Madrina

Vacaciones,verano del 2010, momentos de ocio con calor de 45 grados a la sombra y un rico terere bien helado , aburrida de tomar sol decidí ir a mirar mis mails, y entrando en tagged leo” personas que quieren conocerte”!!y una de ellas, el marcianito green, mire esa cara entre triste y picara y dije veremos …..Envié un primer rayo comunicativo respuesta fugaz, cortita, y así varios misiles intergalácticos que no daban al blanco preciso de una comunicación. extraterrestre……..Pasaron los días acabaron las vacaciones y de vuelta a la rutina. Prendido a su nave de Hotmail estaba esa carita, con mi varita de Hada envió señales y por fin dan al blanco…vaya sorpresa!!!!....

Resulto ser un marcianito green de un país chiquito pero bello y acogedor rodeado de mar y cielo, planicies y bosques, con sol , noches de luna y estrellas brillantes.

EL… con nostalgias de la tierra que le vio nacer, de las largas caminatas por Malvin , de las noches de candonbes y tamboriles, de las tortas fritas cuando va a llover, de las largas platicas después de una velada en familia terminando en cantos, de los amigos del cole, y de las locuras de la juventud.

Y así fue recorriendo y haciendo historias, cantando, escribiendo , soñando por un mundo mas limpio mas verde , como su corazón, mas justo, con nuevas tecnologías que harían mas fácil todo ..Algunos lo escuchaban ,otros lo trataban de loco, de ideas progresista pero el nunca desistió y se refugio en su karameguá y de allí envía señales a todo el universo ,y el universo sabio y protector lo escuchara..

Vivencias de un Hada madrina

Marzo 2010

Escrito por Hada Madrina


martes, 2 de marzo de 2010

En la última noche de febrero

La luna se mostraba grande y blanca sobre el cielo, en aquella última noche de febrero cuando en aquel hogar humilde y bullanguero, llegaba al mundo a ritmo de murga y con su carita de bondad.

Desde el primer momento se le vio su mirada buena, y los ángeles lo acompañaron hasta su nuevo lugar, mientras en las calles del barrio sonaban las melodías de otro carnaval.

De chico, ya con responsabilidad, cuidando de sus tres hermanos menores, y aquellos cuatro fueron como formando un grupo dentro de los 12 que eran. Raúl, Oscar y su princesita Blanca, a la cual dedicó un amor especial.

Y como la vida siempre te muestra sorpresas, en otra noche de carnaval ya unos años más adelante, conocería a otra mujer llamada Blanca, la cual sería la compañera de toda la vida.

Y con ella compartieron aquel nidito de amor en la calle Minas, donde se forjaron una vida y comenzaron a criar una familia y darles una educación a sus hijos. Pero no precisaba hablar mucho, para que, con solo observar sus actos te iba marcando el camino.

No podía negar que había nacido en febrero, el carnaval estaba en su sangre y lo vivía a flor de piel, al igual que aquellos tangos y milongas bailados con su compañera de vida, con cortes y quebradas y mostrando el amor en cada paso.

Los años fueron pasando, y la vida lo transformó en abuelo, el abuelo bueno, el que todo da, el que todo acepta, y siempre dispuesto a un juego más, sin importar el lugar, ni el cansancio.

Un viernes a la tarde, a las 3 en punto, suspiró, me acerqué y comprobé que había ido a unirse con su compañera, para seguir bailando algún tango compadrito, o tomar un mate amargo, o tan solo mirar a los hijos y a los nietos desde algún rincón en el espacio.

Pero no se fue del todo, pues cada ritmo murguero lo trae, y cuando se queja un bandoneón se le ve con el amor de su vida gastando nubes. Que se va a ir!!! Si yo lo siento cada instante dentro mío, y parece que renace............... en la última noche de febrero !!!.

Y era en un día feriado

El día era feriado, pero un feriado especial, no como otros de quietud y tranquilidad, en este día la gente se mostraban inquietos en las calles, de un lado para otro, era todo algarabía.

Se encaminó hacia el boliche del barrio guiado por una fuerza extraña, entró y se sentó en una de sus viejas mesas de madera. El mozo al verlo encendió el televisor, se acercò y le preguntó que se iba a servir. Él no era de tomar bebidas alcohólicas, pero ese día era diferente, y entonces pidió lo tradicionalmente montevideano, una grappa con limón.

De repente sintió como que una brisa atravesaba el local, miró hacia su derecha y tan solo vio la puerta de entrada y mucha gente pasando por la vereda, y cuando se volvió hacia su izquierda se sorprendió, pues ahí estaba sentado y con su acostumbrada y amplia sonrisa, su amigo, su hermano de la vida.

- Pero que hacer aquí, Gonza?
- Te vine a acompañar, escuche tanto ruido y vi tanto movimiento que resolví acercarme.

La alegría se le escapaba por los poros, estando después de mucho tiempo junto a su amigo, entonces llamó al mozo para solicitarle otra copa para su acompañante. El mozo lo miró extrañado, pues miró la mesa y tan solo había un parroquiano, pero el cliente siempre tiene la razón, y entonces accedió al pedido.

Por la televisión todos los canales transmitía lo mismo, y mostraban la alegría de la gente por las calles.

Gonzalo le preguntó si era carnaval, a lo cual su amigo le respondió que no, que era otra fiesta más importante, pero también una fiesta de todos.

El mozo apoyado en el mostrador lo miraba atentamente como conversaba con la nada, y él seguía feliz con el encuentro inesperado.

De repente desde el televisor se escuchó una melodía, y le dijo a su amigo que se pusiera de pie, no ves que es el himno?. A lo cual Gonzalo preguntó si jugaba la selección. No!! le contestó, y ya parado firme cantaba el himno con suma emoción, mientras el mozo lo miraba pasmado pues veía como movía su mano izquierda como ahuyentando mosquitos, no sabía que estaba tratando de que su amigo cantara también.

Y de pie los dos vieron el juramento, y después la marcha en un vehículo eléctrico por las calles del centro de la ciudad.

- Ves eso es tecnología limpia, sin emisión de carbono!!! le dijo a su amigo Gonzalo, se vienen nuevos tiempos hermano!!!. El mozo seguía sin entender mucho lo que pasaba, y otros parroquianos que se habían instalado lo miraban con cara de sorpresa, pues, hablaba solo.

El que aparecía en la televisión se puso la banda sobre su pecho, y el pueblo exclamó de algarabía, y ahí fue cuando llamó al mozo nuevamente y pidió 2 grappas con limón más.

Gonzalo le decía que eso era como un sueño, pues cuando botijas tantas veces lo habían imaginado, y entonces él le dijo con voz fuerte, brinda conmigo Gonzalo!!!.

Y de repente el mozo se acerco a él para brindar también y otros que estaban presentes también.

Y con su cara feliz y cayéndose alguna lágrima por su mejilla se le escuchó decir:

- Ahora sí hermano, habrá patria para todos !!!!